miércoles, 14 de noviembre de 2012

Las Herramientas de Dios

• Sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien… Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo. – Romanos 8:28-29.

Cuando se extrae un bloque de mármol de una cantera, todavía es impropio para cualquier uso. El escultor deberá trabajar mucho tiempo empleando múltiples herramientas para dar forma a una obra de arte.
¡Con nosotros ocurre de igual manera! Cuando creemos en el Señor Jesús como nuestro Salvador, somos semejantes a ese bloque deforme. Dios se ocupa de nosotros y, mediante diversos instrumentos, nos da forma según su deseo. Emplea su Palabra para instruirnos, pero también utiliza las circunstancias de la vida y especialmente las pruebas, tales como la enfermedad, un accidente, un fracaso escolar, profesional o sentimental… Todo está a su disposición para ese fin. Las herramientas de Dios a menudo causan dolor, pero nunca olvidemos que su mano es la que las maneja.
Sabemos que nada ocurre por casualidad, que Dios controla todo. Su poder ilimitado está al servicio del bien de sus hijos. ¡Qué tranquilidad debería darnos este pensamiento cuando pasamos por la prueba!
¿Y cuál es el objetivo que Dios persigue? Así como un escultor tiene ante sí un modelo, el cual se esfuerza en reproducir en la piedra, Dios tiene un modelo propio: su Hijo, el hombre perfecto. Quiere reproducir en nosotros sus caracteres, hacer que al igual que él nos volvamos pacientes, humildes, obedientes, caritativos… y él se toma su tiempo para producir ese resultado en la vida de usted y en la mía.

viernes, 2 de noviembre de 2012

Extranjero.

Conforme a la fe murieron todos éstos… confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra.Hebreos 11:13.
Nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo.Filipenses 3:20.

Abraham, llamado por Dios a salir de su país para ir a Canaán, expresó claramente a los que lo rodeaban que él no era de ellos: “Extranjero y forastero soy entre vosotros” (Génesis 23:4). Al igual que Abraham, hoy los creyentes son extranjeros en un mundo que crucificó a su Señor. Su verdadera patria está en el cielo donde, por su obra en la cruz, Jesús les ha asegurado un lugar.
¿Cómo se comporta un extranjero que ama su patria? No pasa desapercibido, pues su conducta, su mentalidad y sus costumbres lo delatan. Habla de su país, desea que los demás conozcan sus atractivos, defiende sus intereses, desea volver regularmente.
Amigos creyentes, podemos trasladar todo esto al plano espiritual. Hablando de los suyos al Padre, Jesús dijo: “No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo” (Juan 17:14). ¿Manifestamos esto en nuestra forma de vivir? O, por el contrario, ¿a veces tratamos de actuar como los demás, quizá por miedo a ser rechazados? ¿Somos esos fieles embajadores de Cristo, siempre listos para hablar de nuestro Salvador y suplicar a los que nos rodean que se reconcilien con Dios? (2 Corintios 5:20). En otras palabras, ¿esperamos fervientemente el día en que el Señor venga a buscarnos y nos lleve a nuestra patria celestial, la casa del Padre?

jueves, 1 de noviembre de 2012

El Evangelio.

¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual (fue) anunciada primeramente por el Señor. - Hebreos 2:3.

El Evangelio, palabra que literalmente significa «buena noticia», es presentado en la Biblia bajo diferentes aspectos:
El evangelio de Dios… acerca de su Hijo” (Romanos 1:1, 3) tiene su fuente en Dios mismo y se concentra en una persona, su Hijo Jesucristo, enviado para buscar y salvar a los que estaban perdidos. ¡Qué buena noticia!
El evangelio de vuestra salvación” (Efesios 1:13) recuerda a cada uno la necesidad de recibir esta buena noticia para ser liberado del juicio que sigue a la muerte.
El evangelio de la gracia de Dios” (Hechos 20:24) se dirige a los culpables que merecen la condenación eterna, a quienes Dios ofrece gratuitamente su gracia, su perdón. ¡Noticia de importancia vital!
No me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree” (Romanos 1:16). Sólo el poder divino puede salvar a pecadores incapaces de escapar por sí mismos a su condición de perdición. ¡Grata noticia!
El glorioso evangelio del Dios bendito” (1 Timoteo 1:11), esta buena noticia, no sólo nos aporta la gracia, sino que también nos prepara para la felicidad y la gloria venideras.
El evangelio de la gloria de Cristo” (2 Corintios 4:4) nos recuerda que la gloria preparada para aquel que cree es la de Cristo resucitado y coronado de honor en el cielo. ¡Qué gloriosa noticia!
¡Que nadie rechace una noticia tan buena!