“El evangelio de Dios… acerca de su Hijo” (Romanos 1:1, 3) tiene su fuente en Dios mismo y se concentra en una persona, su Hijo Jesucristo, enviado para buscar y salvar a los que estaban perdidos. ¡Qué buena noticia!
“El evangelio de vuestra salvación” (Efesios 1:13) recuerda a cada uno la necesidad de recibir esta buena noticia para ser liberado del juicio que sigue a la muerte.
“El evangelio de la gracia de Dios” (Hechos 20:24) se dirige a los culpables que merecen la condenación eterna, a quienes Dios ofrece gratuitamente su gracia, su perdón. ¡Noticia de importancia vital!
“No me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree” (Romanos 1:16). Sólo el poder divino puede salvar a pecadores incapaces de escapar por sí mismos a su condición de perdición. ¡Grata noticia!
“El glorioso evangelio del Dios bendito” (1 Timoteo 1:11), esta buena noticia, no sólo nos aporta la gracia, sino que también nos prepara para la felicidad y la gloria venideras.
“El evangelio de la gloria de Cristo” (2 Corintios 4:4) nos recuerda que la gloria preparada para aquel que cree es la de Cristo resucitado y coronado de honor en el cielo. ¡Qué gloriosa noticia!
¡Que nadie rechace una noticia tan buena!
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