lunes, 3 de diciembre de 2012

La Verdad

• La verdad tropezó en la plaza. – Isaías 59:14.
¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas y de las tinieblas luz… ! – Isaías 5:20.

A lo largo del proceso que lo condujo a su condenación, Jesús dijo a Pilato, quien lo interrogaba: “Para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz”. Entonces Pilato le preguntó: “¿Qué es la verdad?” (Juan 18:37-38). Y luego salió sin esperar la respuesta.
Han pasado cerca de dos mil años y los hombres siguen haciéndose preguntas respecto a este tema. «La verdad no existe», responden algunos. «Pretender conocerla es un orgullo que puede conducir a la intolerancia», dicen otros. Entonces, ¿dónde hallar la verdad? ¡En Dios; él es “el Dios verdadero”! (Jeremías 10:10). Su palabra es la verdad (Juan 17:17), y su Hijo vino al mundo para traernos la verdad (Juan 1:17). Jesús mismo dijo: “Yo soy… la verdad”. Dios quiere que “todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad” (1ª Timoteo 2:4).
Sin embargo muchos la rechazan. Y negar la verdad es rechazar a Cristo mismo. Tal actitud trae inexorablemente el juicio de Dios sobre los que no hayan creído en la verdad (2ª Tesalonicenses 2:10-12). ¡Qué terrible sentencia, y ésta sólo es el preludio a su condenación eterna!
Si usted posee la Biblia, tiene la verdad divina al alcance de su mano. ¡Léala! En ella encontrará a Jesús, expresión perfecta y viva de la verdad. En él hallará, no la verdad que condena, sino “la gracia y la verdad” unidas para salvar (Juan 1:17).

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Las Herramientas de Dios

• Sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien… Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo. – Romanos 8:28-29.

Cuando se extrae un bloque de mármol de una cantera, todavía es impropio para cualquier uso. El escultor deberá trabajar mucho tiempo empleando múltiples herramientas para dar forma a una obra de arte.
¡Con nosotros ocurre de igual manera! Cuando creemos en el Señor Jesús como nuestro Salvador, somos semejantes a ese bloque deforme. Dios se ocupa de nosotros y, mediante diversos instrumentos, nos da forma según su deseo. Emplea su Palabra para instruirnos, pero también utiliza las circunstancias de la vida y especialmente las pruebas, tales como la enfermedad, un accidente, un fracaso escolar, profesional o sentimental… Todo está a su disposición para ese fin. Las herramientas de Dios a menudo causan dolor, pero nunca olvidemos que su mano es la que las maneja.
Sabemos que nada ocurre por casualidad, que Dios controla todo. Su poder ilimitado está al servicio del bien de sus hijos. ¡Qué tranquilidad debería darnos este pensamiento cuando pasamos por la prueba!
¿Y cuál es el objetivo que Dios persigue? Así como un escultor tiene ante sí un modelo, el cual se esfuerza en reproducir en la piedra, Dios tiene un modelo propio: su Hijo, el hombre perfecto. Quiere reproducir en nosotros sus caracteres, hacer que al igual que él nos volvamos pacientes, humildes, obedientes, caritativos… y él se toma su tiempo para producir ese resultado en la vida de usted y en la mía.

viernes, 2 de noviembre de 2012

Extranjero.

Conforme a la fe murieron todos éstos… confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra.Hebreos 11:13.
Nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo.Filipenses 3:20.

Abraham, llamado por Dios a salir de su país para ir a Canaán, expresó claramente a los que lo rodeaban que él no era de ellos: “Extranjero y forastero soy entre vosotros” (Génesis 23:4). Al igual que Abraham, hoy los creyentes son extranjeros en un mundo que crucificó a su Señor. Su verdadera patria está en el cielo donde, por su obra en la cruz, Jesús les ha asegurado un lugar.
¿Cómo se comporta un extranjero que ama su patria? No pasa desapercibido, pues su conducta, su mentalidad y sus costumbres lo delatan. Habla de su país, desea que los demás conozcan sus atractivos, defiende sus intereses, desea volver regularmente.
Amigos creyentes, podemos trasladar todo esto al plano espiritual. Hablando de los suyos al Padre, Jesús dijo: “No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo” (Juan 17:14). ¿Manifestamos esto en nuestra forma de vivir? O, por el contrario, ¿a veces tratamos de actuar como los demás, quizá por miedo a ser rechazados? ¿Somos esos fieles embajadores de Cristo, siempre listos para hablar de nuestro Salvador y suplicar a los que nos rodean que se reconcilien con Dios? (2 Corintios 5:20). En otras palabras, ¿esperamos fervientemente el día en que el Señor venga a buscarnos y nos lleve a nuestra patria celestial, la casa del Padre?

jueves, 1 de noviembre de 2012

El Evangelio.

¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual (fue) anunciada primeramente por el Señor. - Hebreos 2:3.

El Evangelio, palabra que literalmente significa «buena noticia», es presentado en la Biblia bajo diferentes aspectos:
El evangelio de Dios… acerca de su Hijo” (Romanos 1:1, 3) tiene su fuente en Dios mismo y se concentra en una persona, su Hijo Jesucristo, enviado para buscar y salvar a los que estaban perdidos. ¡Qué buena noticia!
El evangelio de vuestra salvación” (Efesios 1:13) recuerda a cada uno la necesidad de recibir esta buena noticia para ser liberado del juicio que sigue a la muerte.
El evangelio de la gracia de Dios” (Hechos 20:24) se dirige a los culpables que merecen la condenación eterna, a quienes Dios ofrece gratuitamente su gracia, su perdón. ¡Noticia de importancia vital!
No me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree” (Romanos 1:16). Sólo el poder divino puede salvar a pecadores incapaces de escapar por sí mismos a su condición de perdición. ¡Grata noticia!
El glorioso evangelio del Dios bendito” (1 Timoteo 1:11), esta buena noticia, no sólo nos aporta la gracia, sino que también nos prepara para la felicidad y la gloria venideras.
El evangelio de la gloria de Cristo” (2 Corintios 4:4) nos recuerda que la gloria preparada para aquel que cree es la de Cristo resucitado y coronado de honor en el cielo. ¡Qué gloriosa noticia!
¡Que nadie rechace una noticia tan buena!

miércoles, 31 de octubre de 2012

El Mundo Invisible

¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?Hebreos 1:14.
No quiero que vosotros os hagáis partícipes con los demonios.1 Corintios 10:20.

Vivimos en un universo tan complejo que gran parte se escapa a nuestra mirada. ¡Cuántas galaxias, estrellas y planetas que jamás veremos! Y en lo infinitamente pequeño no podemos imaginar las miles de células y átomos que conforman nuestros cuerpos y el mundo entero.
Ocurre lo mismo con el mundo de los espíritus: Dios también creó una multitud de seres espirituales invisibles, es decir, los ángeles. Los envía “para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación” (Hebreos 1:14). Los ángeles santos, en quienes no hay ningún rastro de mal, están en la presencia de la gloria de Dios. Lo alaban sin cesar y cumplen gozosos su voluntad.
La Biblia también dice que algunos ángeles se rebelaron contra Dios: los demonios. El más poderoso de ellos es el diablo, llamado Satanás. Los demonios tratan de extender el mal en el mundo: incitan a los hombres a odiar a Dios, a la discordia y a la destrucción. Pero su poder no es nada ante el todopoderoso amor de Dios. Son como perros feroces encadenados que tratan de morder a todos los que se acercan; por ejemplo, a los que practican la magia, el espiritismo o las religiones satánicas. Si usted ha tenido algún contacto de ese tipo, confíeselo al Señor Jesús, quien lo liberará porque venció a Satanás en la cruz.
Toda la vida de Jesús, su muerte y su resurrección, son la demostración de que Satanás y sus ángeles fueron vencidos.

martes, 30 de octubre de 2012

El Viejo Corredor

¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible.1 Corintios 9:24-25.
Olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.Filipenses 3:13-14.

«Vivíamos en Marruecos; fue allí donde me halló el Señor. ¡Me gustaba participar en las carreras; estaba orgulloso de ser siempre el primero y de tener muchas copas! Pero cierto día, en una competencia, no lograba adelantar al que estaba delante de mí. Al ver la meta hice un esfuerzo descomunal y llegué primero… al tiempo que me desplomaba.
Durante el largo período que pasé en el hospital, mi madre me leyó en la Biblia un versículo que habla de las coronas. Cuando quedé solo me puse a reflexionar en estas dos expresiones: “corona corruptible”… “corona incorruptible”. En la siguiente visita de mi madre le dije: –¡Comprendí! Ayer corría tras las coronas que pasan, pero hoy quiero correr por una corona eterna, siguiendo a Jesús!»
Cuando salió del hospital, nuestro amigo se dedicó a llevar el Evangelio. Recorrió las carreteras de Marruecos, Argelia y más tarde de Francia. Hoy continúa su obra en una residencia de ancianos, distribuyendo calendarios. ¡Qué corredor incansable para seguir a Jesús!

lunes, 29 de octubre de 2012

“¿Me Amas?”

Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo… Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas?… Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. - Juan 21:15-17.

Esta quizá sea la única pregunta que Jesús nos hace en algunos momentos cruciales de nuestra vida. Se la hizo insistentemente a su discípulo Pedro tres veces. Pedro había negado tres veces a su Señor y tenía un peso en la conciencia; pero Jesús quería liberarlo de ese peso y restaurarlo ante todos para que tuviese una relación sin sombras con Él.
Pedro respondió dos veces: “Tú sabes que te amo”. Y la tercera vez, sondeado en lo más profundo de su ser, precisó: “Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo”. Su respuesta era como una voz de amor que salía de un corazón quebrantado. Cuando depositamos nuestra confianza en Cristo, el único que en verdad nos conoce, entonces empezamos a amar realmente.
La pregunta: “¿Me amas?” era como un nuevo llamado a la fidelidad de su discípulo para animarlo a seguirle. Luego Jesús dijo a Pedro: “Sígueme” (v. 22). Esto es lo que Jesús también nos dice cada día. Simplemente debemos seguir las pisadas de Jesús, teniendo una total confianza en su amor, que nunca cesará. No es tiempo de dudar, sino de mirar hacia adelante, hacia él, para seguirle, aferrados a él.
Alguien comentó de la siguiente manera ese último “sígueme” de Jesús: «No mires más hacia atrás… Mira a Aquel que te conduce. No mires atrás, allá de donde te quiere sacar… Aquel que te conduce va delante de ti… Ama a aquel que te guía. ¡Síguele!».

domingo, 28 de octubre de 2012

Testimonio de los Escritores de la Biblia.

Oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí.Isaías 6:8.
Nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.2 Pedro 1:21.
Dios, en su bondad hacia los hombres, no quiso asustarlos ni impresionarlos revelándose a ellos. No se manifestó directamente con toda su majestad y grandeza, pues el ser humano no puede concebir tal infinito ni soportar tal visión. Entonces escogió revelarse a través de hombres que tenían sus necesidades, preguntas, angustias. Por eso la Biblia contiene numerosos relatos de la vida cotidiana. Dios quiso que personas de horizontes muy diferentes y de todas las clases sociales mostraran el camino que siguieron para llegar a él. El testimonio dado por esos escritores es enriquecedor debido a su simplicidad y forma directa, a la cual el hombre moderno no puede ser insensible.
Pero además de exponer lo que experimentaron, los escritores de la Biblia afirman claramente que hablan de parte de Dios. Recibieron por revelación un mensaje y nos lo transmitieron como fieles profetas. Muchas veces leemos: “el Señor habló”, “Dios dice”, y otras expresiones parecidas. El mismo Dios, a través de diferentes escritores, habló para revelar sus pensamientos y dar a conocer su voluntad.
Querido lector, ¿ha leído los evangelios, en los cuales Mateo, Marcos, Lucas y Juan nos transmiten las palabras mismas de Jesús, Dios hecho hombre?

sábado, 27 de octubre de 2012

MAS ALLA

Cristo… murió por los impíos.Romanos 5:6.
Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos.Juan 15:13               A veces sucede que por simpatía, por conveniencia o porque estamos directamente involucrados, vamos al cementerio para acompañar a un difunto a su última morada terrenal. A menudo encontramos viejos conocidos. Luego nos separamos, pensando quizás: «¿La próxima vez me tocará a mí?». La vida humana se presenta como una cuenta regresiva. El proceso de envejecimiento y muerte en realidad empieza desde nuestro nacimiento, con dos incógnitas mayores: el momento de la partida y el destino final.
¿Qué hay después de la muerte? ¡Esa es la gran pregunta! La Biblia responde mediante una palabra: “el juicio” (Hebreos 9:27). Por lo tanto, no todo se acaba cuando se sella una lápida. Si el cuerpo que es polvo vuelve a la tierra, el espíritu vuelve “a Dios que lo dio” (Eclesiastés 12:7).
Al igual que los demás, el creyente no sabe cuándo se acabará su vida terrenal. Pero en cuanto al más allá, tiene las certezas sacadas de la Biblia. Debido a esto el creyente puede considerar su propia muerte sin temor, pues está listo. El juicio que le esperaría en el más allá fue llevado por otro. Jesús, el Hijo de Dios, fue castigado en su lugar y llevó sus pecados. “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús” (Romanos 8:1).
Basta aceptar simplemente la salvación que Jesús ofrece gratuitamente por amor a todos los que se acercan a él. El precio lo pagó Él, muriendo en la cruz del Calvario.

viernes, 12 de octubre de 2012

¿Quién Arrojará Primero la Piedra?

Cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia.Romanos 5:20.
Fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo.Romanos 5:10.
Jesús enseñaba la Palabra de Dios en el templo de Jerusalén, cuando llegaron unos jefes religiosos trayendo una mujer sorprendida en adulterio. La presentaron ante Jesús, denunciaron su falta y le preguntaron qué se debía hacer. Lo que buscaban no era la justicia, sino tender una trampa a Jesús. Si él proponía que se hiciese clemencia, estaría en conflicto con la ley, pero si aprobaba la lapidación prescrita por la ley de Moisés, estaría en contradicción con su propio mensaje de gracia.
En vez de responder, Jesús se agachó y escribió con el dedo en la tierra. Después se levantó y dijo algo que dejó sin palabras a todos: “El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella”. Los acusadores se vieron súbitamente ante el tribunal de su propia conciencia. Uno tras otro se retiraron confundidos.
Sólo la mujer permaneció en la presencia de Jesús. Para sus acusadores, ella no tenía derecho a hablar, pero Jesús le concedió la palabra. Él no aprobaba lo que ella había hecho, pero anticipando los resultados de su muerte en la cruz, no la condenó y la animó a no volver a pecar. Le abrió el camino de la liberación del dominio del pecado.
Cuando soy consciente de una falta que he cometido, ¿huyo de la presencia de Jesús o escucho su Palabra, que me dice: “Ni yo te condeno; vete, y no peques más”. Jesús sufrió en mi lugar la condenación que yo merecía.

jueves, 11 de octubre de 2012

COMO UN NIÑO

No menospreciéis a uno de estos pequeños; porque os digo que sus ángeles en los cielos ven siempre el rostro de mi Padre… El Hijo del Hombre ha venido para salvar lo que se había perdido… No es la voluntad de vuestro Padre que está en los cielos, que se pierda uno de estos pequeños.Mateo 18:10-14.
Jesús enseñaba en medio de una multitud cuando le trajeron unos niños, pero sus discípulos trataban de alejarlos de él. Entonces Jesús, indignado, exclamó: “Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios” (Marcos 10:14). ¡Qué amor y cuidados manifestaba el Señor para con todos los niños! Él no quiere que los despreciemos ni que los dejemos de lado. Desde muy pequeños son beneficiarios de la obra de redención. Jesús vino para salvarlos, y si la muerte los sorprende antes de que hayan alcanzado la edad de la responsabilidad, van a Jesús, incluso si sus padres son incrédulos, paganos o idólatras. Este es un verdadero consuelo para una familia cristiana que ha perdido un pequeño.
La edad de la responsabilidad obviamente no es la misma para todos. Dios es el que juzga con perfecta justicia. Desde muy temprano algunos niños son conscientes de su estado de pecado y culpabilidad ante Dios; en cambio otros tardan más en comprender que son pecadores y que Jesús murió por ellos.
Los ojos del Señor están sobre ellos desde su concepción (Salmo 139:16). Él los pone como ejemplo de confianza (Mateo 18:3-4), de alabanza (Mateo 21:16). Les revela sus secretos (Mateo 11:25). El buen Pastor cuida especialmente a los corderos del rebaño (Isaías 40:11).

miércoles, 10 de octubre de 2012

¿TENEMOS SED?

Dios, Dios mío eres tú; de madrugada te buscaré; mi alma tiene sed de ti.Salmo 63:1.
Derramaré aguas sobre el sequedal.Isaías 44:3.
Si alguno tiene sed, venga a mí y beba” (Juan 7:37). Estas palabras fueron pronunciadas por Jesús ante una gran multitud durante una fiesta religiosa en Jerusalén. El Salvador del mundo llevaba entonces, como lo hace aún hoy, la buena nueva de salvación. Quizás usted sienta una sed que hasta ahora nada ha podido saciar… sed de paz, de amor, de seguridad. A usted precisamente se dirige este llamado de Jesús.
Una mujer, insatisfecha con su vida, dijo un día a Jesús: “Dame esa agua, para que no tenga yo sed” (Juan 4:15). Quería recibir el “don de Dios” ofrecido por aquel que acababa de decirle: “El que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás”. Entonces, no pudiendo esconder nada a Jesús, quien conocía su vida, tuvo que reconocer la verdadera razón de su sed espiritual: ¡había pecado! Después de este encuentro, que transformó su vida, fue a decir a los habitantes de su ciudad: “Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo cuanto he hecho” (4:29).
Sí, acudir a Jesús para reconocer y confesar sus pecados es ir a la fuente del agua de la vida. Ir a él es creer en su sacrificio que borra los pecados y purifica la conciencia del creyente. A todos los que depositan su confianza en él, Jesucristo les da alegría y paz desde ahora. Leamos la Palabra de Dios, la Biblia, y así seremos alimentados, refrescados. “Mi alma tiene sed de ti… será saciada mi alma… Está mi alma apegada a ti” (Salmo 63:1, 5, 8).

martes, 9 de octubre de 2012

UNA INSPIRACION

Sin profecía el pueblo se desenfrena; mas el que guarda la ley es bienaventurado.Proverbios 29:18.
La Biblia nos habla de hombres que tuvieron una relación especial con Dios. Son estos “santos hombres de Dios (quienes) hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo” (2 Pedro 1:21). Dios habló y reveló sus pensamientos a través de ellos. Estas palabras, profecías y revelaciones fueron consignadas en la Palabra escrita de Dios, la Biblia. La feliz condición de un hombre en la tierra es que conozca esta Palabra y la obedezca. Ella me hace ver las cosas como Dios mismo las ve.
Sin una relación personal con la Biblia, sólo puedo dirigirme según mi propia conciencia, y muchas veces la experiencia ha demostrado que la conciencia no es fiable si no tiene un criterio justo. Todo hombre nace con un sentido espiritual deficiente, porque está marcado por el pecado que lo separa de Dios. Por naturaleza estamos muertos en nuestros pecados (Efesios 2:1). Pero Dios no quiso dejarnos en ese estado: “¿No te he escrito tres veces en consejos y en ciencia, para hacerte saber la certidumbre de las palabras de verdad…?” (Proverbios 22:20-21).
Al leer la Biblia descubrimos que Dios nos ama y lo demostró enviando a la tierra a su único Hijo, Jesús, para expiar nuestros pecados. Dios nos da su gracia y nos instruye para que dejemos de equivocarnos. Si en cuanto a temas concretos como el matrimonio, la familia o el trabajo la Palabra de Dios nos aporta una gran luz, cuánto más ilumina la perspectiva de nuestro futuro eterno. Experimentar una verdadera relación con Dios es un descubrimiento maravilloso.

lunes, 8 de octubre de 2012

¿Hay un medico en la sala?

En toda angustia de ellos él (el Señor) fue angustiado, y el ángel de su faz los salvó; en su amor y en su clemencia los redimió, y los trajo, y los levantó todos los días de la antigüedad.Isaías 63:9.
El espectáculo fue interrumpido bruscamente y alguien preguntó: ¿Hay un médico en la sala? El breve silencio que siguió tradujo la conmoción de los asistentes. Luego continuó el espectáculo, borrando muy pronto el malestar que esta interrupción había causado. La mayoría, sin duda, se preguntó qué había sucedido, pero rápidamente la presentación volvió a comenzar y el incidente fue olvidado. Sin embargo la enfermedad, o quizá la muerte, se habían presentado en ese teatro. ¡Pero eso sólo concernía a otro, no a mí!
Estamos tan centrados en nosotros mismos que a menudo los problemas de los demás nos son indiferentes. Pero eso no debería ser así, sobre todo en los creyentes. Jesucristo nunca fue indiferente ante la miseria. Si leemos los primeros capítulos del evangelio según Marcos, lo vemos alimentar a las multitudes hambrientas, sanar a los enfermos, sin tomarse nunca un momento de descanso; siempre estaba disponible para llevar el consuelo a quienes encontraba a su paso.
Si usted se halla en un estado de malestar físico o espiritual, sepa que Jesús también se interesa en usted y que ninguna circunstancia de su vida le es indiferente. Así como pudo responder a todas las tristezas cuando vivía en la tierra, ese médico divino también puede hacerlo hoy desde el cielo. Dígale simplemente, en oración, que lo necesita. ¡Él jamás dejará de responderle!

miércoles, 19 de septiembre de 2012

COMO RENOVAR SUS FUERZAS



Dios… da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas… Los que esperan al Señor tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.Isaías 40:28-31.

Muchos campeones deportivos hacen soñar a la juventud. En el mundo de la Fórmula 1 el brasileño Ayrton Senna, tres veces campeón del mundo y quien obtuvo 41 victorias en los Grandes Premios, fue considerado como el mejor de su generación. Pero a la edad de 34 años, en la cumbre de su carrera, su vida se detuvo brutalmente, mientras competía en el Gran Premio de San Marino en 1994.
Poco antes, Ayrton Senna había declarado a un periodista su fe en Dios y le había dicho que él nunca se separaba de su Biblia, la cual leía cada día. «Esta lectura cambió mi vida. Encontré la solución a mis problemas. Creo en Dios, él es quien tiene el control de toda mi vida». Después de la tragedia, su Biblia fue encontrada en su maleta. El pasaje de Isaías 40:28-31 estaba subrayado.
Seguro que ese campeón, al igual que todos nosotros, pasó por momentos de desánimo. ¿Cuál fue su recurso? Poner la mirada en Dios, quien “da esfuerzo al cansado”. Confiar en Dios y esperar en él cada día, en medio de las dificultades cotidianas, es realmente renovar las fuerzas. Abandonarse a Dios y escuchar lo que quiere decirnos es volver a encontrar la energía para afrontar una situación que se nos escapa de las manos. Entonces la paz reemplaza al pánico o a la rebelión. “En descanso y en reposo seréis salvos; en quietud y en confianza será vuestra fortaleza” (Isaías 30:15).

lunes, 16 de enero de 2012

LUCAS 13: 18-30 LLAMADOS A TRANSFORMAR LA NACIÓN

RESUMEN
Ante la alegría del pueblo por las maravillas que Jesús hacia, el señor cuenta dos cortas parábolas para explicar que lo que veían era solo el comienzo de algo que crecería hasta ser muy grande.
La historia nos muestra que un siglo y medio después el mundo civilizado de aquel entonces había sido impactado y transformado por el cristianismo;con el tiempo la historia humana se dividió antes y después de Cristo; y los principios y valores enseñados por ese humilde carpintero de Galilea han inspirado los códigos morales de casi todo el mundo.
Finalmente ante la pregunta:Son Pocos los que se salvan?, Jesús les dice:" Esforzaos a entrar por la puerta angosta"; indicando que la salvación no es fácil, sino costará esfuerzo y serán los menos que se salven. Y por medio de otra parábola les exhorta a entrar mientras la puerta está abierta;es decir, mientras el evangeliosea predicado. Una vez se hagan. ¡Solemne advertencia!

¿COMO LO APLICO?
La parábolade la semilla de mostaza nos anima a mirar la iglesia, no dentro del marco estrecho de nuestra propia congregación o denominación, sino en el marco de la iglesia universal, que ha crecido y seguirá creciendo hasta constituirse en el gran Reino de Dios, ¡invencible y eterno! Iglesia que ha sido llamada a influenciar y transformar vidas, cultura y naciones.

martes, 3 de enero de 2012

LUCAS 13:1-17, TIEMPOS DE ARREPENTIMIENTO

RESUMEN
El tono de las palabras del Señor va haciéndose paulatinamente´más solemne, advirtiendo a sus oyentes que ya es hora para el arrepentimiento, y que el tiempo se va acortando para Israel.
Cuando le mencionan que unos galileos fueron asesinados cruelmente por orden de Pilato, inmediatamente corrige un concepto equivocado que existía aun hasta hoy: Que la muerte tan terrible les había sobrevenido por se mas pecadores que los demás. Jesús o dice: todos son pecadores y necesitan arrepentirse.Aquellos que sufren accidentes. Aquellos que sufren accidentes, o enfermedades mortales, o les ocurre alguna otra desgracia, no es necesariamente porque Dios los esté castigando por algún pecado muy grave.
Si hay dolor sufrimiento y muerte en la tierra, es porque la humanidad en su conjunto pecó Adán y está bajo el juicio de Dios, tal como lo explica Pablo en Ro. 5:12-21. Por eso les dice que todos tienen que arrepentirse; no para evitar desgracias en la vida, que siempre puede ocurrir; sino para ser reconciliados con Dios, asegurar su destino eterno y evitar el sufrimiento eterno en el infierno más terrible que cualquier sufrimiento actual.

¿COMO LO APLICO?
Este pasaje nos enseña dos lecciones muy importantes: primero, no juzgar facilmente a las personas que están pasando por una situación difícil -especialmente creyentes- acusándolos de estar en pecado porque añadimos dolor a su dolor. Segundo, cuidarnos en la envidia y de la critica malsana, que causan dolor al corazón de Dios.