• Olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. – Filipenses 3:13-14.
Durante el largo período que pasé en el hospital, mi madre me leyó en la Biblia un versículo que habla de las coronas. Cuando quedé solo me puse a reflexionar en estas dos expresiones: “corona corruptible”… “corona incorruptible”. En la siguiente visita de mi madre le dije: –¡Comprendí! Ayer corría tras las coronas que pasan, pero hoy quiero correr por una corona eterna, siguiendo a Jesús!»
Cuando salió del hospital, nuestro amigo se dedicó a llevar el Evangelio. Recorrió las carreteras de Marruecos, Argelia y más tarde de Francia. Hoy continúa su obra en una residencia de ancianos, distribuyendo calendarios. ¡Qué corredor incansable para seguir a Jesús!
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